19 de enero de 2022
Es muy importante estimular la movilidad de las personas dependientes para mantener su salud física y mental. Por ello, nos gustaría platicarte sobre los cambios posturales, cuál es el protocolo de movilización y las posiciones recomendadas.
Empecemos con lo primero, ¿qué son los cambios posturales? Es la variación en la posición corporal de la persona encamada, con el fin de evitar las complicaciones por la falta de movilidad, para prevenir la aparición de úlceras por presión.
Los cambios de posición del paciente son importantes por varias razones fundamentales en el cuidado de la salud y el bienestar de las personas, especialmente de aquellas que pasan largos períodos de tiempo en la cama o que tienen movilidad limitada. Algunas de las razones clave incluyen:
Prevención de úlceras por presión: Cuando una persona permanece en la misma posición durante mucho tiempo, la presión constante en áreas específicas del cuerpo, como los huesos prominentes, puede causar daño a la piel y los tejidos subyacentes. Los cambios de posición regularmente redistribuyen la presión, lo que reduce el riesgo de desarrollar úlceras por presión o escaras.
Mejora de la circulación sanguínea: Cambiar la posición del paciente ayuda a mantener una circulación sanguínea saludable. La presión constante puede comprimir los vasos sanguíneos y reducir el flujo sanguíneo, lo que podría dar lugar a complicaciones circulatorias.
Alivio de la presión en articulaciones y músculos: Las personas que permanecen en la misma posición pueden experimentar rigidez en las articulaciones y dolor muscular. Los cambios de posición regulares alivian la presión en estas áreas y contribuyen a mantener la movilidad y la comodidad del paciente.
Facilitación de la expansión pulmonar: Al cambiar la posición de un paciente, especialmente al pasar de decúbito supino a decúbito prono, se puede mejorar la expansión pulmonar. Esto es especialmente relevante en pacientes con afecciones respiratorias, ya que facilita la respiración y la oxigenación.
Bienestar emocional: Los cambios de posición también pueden tener un impacto positivo en el estado de ánimo y el bienestar emocional del paciente. La variación en la posición puede proporcionar comodidad y reducir la sensación de inmovilidad, lo que contribuye a una sensación general de bienestar.
Prevención de contracturas y deformidades: Los cambios de posición regulares ayudan a prevenir la formación de contracturas musculares y deformidades articulares, lo que es esencial en pacientes con movilidad limitada.
Por ese motivo, te mostraremos diferentes posiciones básicas para ayudar a manejar el cuerpo de las personas sin necesidad de lesionarnos.
Esta posición se caracteriza por acostarse boca arriba con los brazos y las piernas extendidas.
Es una posición común en la que el paciente se encuentra con la espalda apoyada en la superficie de la cama y el abdomen hacia arriba.
Es útil para facilitar la observación y la atención médica, así como para realizar procedimientos como curas y cambios de pañales.
En esta posición, el paciente yace de lado con la cabeza apoyada en una almohada.
Puede ser lateral izquierda o derecha, dependiendo de la preferencia del paciente o la necesidad clínica.
El decúbito lateral es útil para aliviar la presión en la zona sacra y evitar úlceras por presión, ya que se reduce la carga en las áreas de contacto con la superficie de la cama.
El decúbito prono implica que el paciente esté boca abajo, con el pecho y el vientre en contacto con la cama.
La cabeza suele girarse hacia uno de los lados, y los brazos están flexionados a ambos lados de la cabeza.
Esta posición es relevante para mejorar la oxigenación en pacientes con afecciones respiratorias, ya que facilita la expansión pulmonar y reduce la presión en la espalda.
La posición de Fowler consiste en colocar al paciente en una posición semisentada, con un ángulo de aproximadamente 45 grados, y las rodillas pueden estar extendidas o flexionadas.
La cabecera de la cama se eleva entre 60 y 90 grados por encima de la horizontal para lograr esta inclinación.
El Fowler es beneficioso para aliviar la presión en el abdomen, mejorar la respiración y facilitar la alimentación oral, entre otras actividades.
El Tredelemburg implica elevar los pies del paciente en posición de decúbito supino, formando un ángulo de 45 grados con la cabecera de la cama.
En la versión invertida, el paciente está en decúbito supino, pero la cabeza y el tronco se elevan por encima del nivel de las piernas, también a un ángulo de 45 grados.
Estas posiciones son utilizadas en situaciones clínicas específicas, como cirugías, procedimientos médicos y cuidados críticos.
La elevación de los pies o del tronco permite una mejor distribución del flujo sanguíneo y líquidos en el cuerpo, lo que puede ser crucial en determinadas circunstancias médicas.
Cuidado con dispositivos médicos: Es fundamental tener precaución al realizar cambios de posición si el paciente utiliza sueros, sondas u otros dispositivos médicos. Asegúrate de que estén debidamente colocados después de acomodar al paciente.
Evita arrastrar al paciente: Nunca se debe arrastrar a la persona en la cama al realizar movilizaciones. Utiliza una sábana entremetida o la ayuda de un cuidador para movilizar al paciente de manera segura.
Verifica la posición de las articulaciones: Antes de completar un cambio de posición, asegúrate de que las articulaciones del paciente estén en la posición correcta. Esto ayuda a prevenir contracturas, deformidades y rigidez en las articulaciones.
Realiza cambios de posición cada 2 horas, siguiendo las rotaciones recomendadas. Esto es esencial para prevenir complicaciones asociadas a la falta de movilidad, como úlceras por presión.
Los cambios posturales no solo ayudan a prevenir molestias, sino que también son esenciales para el cuidado de la piel y el baño adecuado del paciente.
Al realizar estos movimientos, podemos cambiar protectores o pañales, limpiar e hidratar la piel. Utilizando agua tibia y productos suaves, es posible mantener la piel fresca e hidratada y, al mismo tiempo, examinarla cuidadosamente en busca de posibles úlceras o irritaciones. Con estos cuidados, contribuimos a mejorar su calidad de vida.
Al realizar un cambio postural de una persona encamada, es fundamental tomar en cuenta ciertos detalles para proteger su bienestar y evitar complicaciones asociadas con la inmovilidad. Te compartimos algunos errores comunes y recomendaciones clave para evitarlos:
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