19 DE DICIEMBRE DE 2020
Algunos tipos de cáncer y tratamientos contra él pueden provocar incontinencia. Primero vamos a explicar qué es la incontinencia: es la pérdida involuntaria de orina, ya sea en pequeñas o en grandes cantidades y puede ser temporal o permanente.
El cáncer en la zona pélvica o cerca de esta se puede relacionar a las pérdidas de orina. La zona pélvica es donde se encuentran la vejiga y los órganos reproductores. El suelo pélvico es el conjunto de músculos y membranas que cierran la parte inferior del abdomen, su función principal es ser apoyo de la vejiga, el aparato genital interno (vagina y útero) y el recto.
La mayoría de los problemas de control de la vejiga ocurren cuando los músculos están demasiado débiles o demasiado activos, cuando estas patologías que se encuentran muy cerca de los músculos pélvicos pueden provocar este tipo de debilitamientos, teniendo como consecuencia esta condición.
Los tipos de cáncer en esta zona que influyen para padecer de incontinencia son:
El cáncer de vejiga comienza en las células de la vejiga, el órgano que almacena la orina. Los tumores en la vejiga pueden crecer y presionar la uretra, lo que puede dificultar la micción y causar incontinencia urinaria.
El cáncer de uretra afecta el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior. Los tumores en la uretra pueden bloquear el flujo de orina, causando dificultades en el control de la micción y posiblemente incontinencia.
El cáncer de próstata se origina en la próstata, una glándula que rodea la uretra masculina. Los tumores prostáticos pueden presionar la uretra y afectar el flujo de orina, lo que puede dar lugar a problemas urinarios, como incontinencia.
Los cánceres colorrectales incluyen cáncer de colon y cáncer de recto. Si estos tumores crecen lo suficiente, pueden comprimir la vejiga o dañar los nervios que controlan la función de la vejiga, lo que a su vez puede causar incontinencia urinaria.
Afectan el sistema reproductivo femenino. Los tumores en esta área pueden ejercer presión sobre la vejiga o la uretra, lo que puede resultar en problemas de control de la vejiga e incontinencia.
Estos pueden afectar a los nervios que ayudan a controlar la vejiga o los músculos pélvicos.
Estos pueden causar tos crónica que ejerce presión en la vejiga.
El objetivo fundamental del tratamiento debe ser siempre mejorar la calidad de vida de las y los pacientes, por lo que es prioritario conocer sus preferencias, el tipo de vida que llevan y sus circunstancias personales. En todos los casos deben analizarse con las y los pacientes las ventajas e inconvenientes que conlleva cada una de las opciones terapéuticas.
Los ejercicios de Kegel son unos ejercicios destinados a fortalecer los músculos pélvicos, están recomendados para evitar alteraciones comunes como la incontinencia urinaria o también para facilitar el parto. El objetivo es incrementar su fuerza y resistencia, y así prevenir la incontinencia urinaria y otros problemas relacionados.
Consiste en el uso de corriente eléctrica de bajo voltaje para estimular el grupo correcto de músculos. La corriente puede aplicarse utilizando una sonda anal o vaginal.
Con ella se va a trabajar la musculatura profunda e involuntaria que sostiene las vísceras, mejorando la acción de la faja lumboabdominal y la función del suelo pélvico. Es especialmente útil en Incontinencias de esfuerzo, pero también puede utilizarse en los estadios iniciales de Prolapso
El empleo de fármacos en el tratamiento de la incontinencia urinaria se basa en la existencia de neurorreceptores colinérgicos, betaadrenérgicos y alfa adrenérgicos, que producen contracción o relajación vesicoureteral en función del fármaco administrado.
Consulta a tu médico o especialista frecuentemente. Lo anterior, te ayudará a tener una vida más plena y saludable.