27 de julio de 2020
En algunos tipos de incontinencia, una de las razones por las que aparece es la debilidad del suelo pélvico, ¿sabías que también este problema podría causarte dolor de espalda?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la parte más inferior de la cavidad abdominal. Sus funciones principales son mantener en la posición adecuada las vísceras pélvicas (vejiga, útero y recto), asegurar la correcta función de estos, ayudar durante el parto y mantener la estabilidad lumbar y pélvica junto con otros músculos.
Cuando el suelo pélvico se ve alterado pueden aparecer diferentes problemas como el descenso de estos órganos pélvicos, dolor de espalda, incontinencia urinaria o fecal, disfunciones sexuales, dolor al mantener relaciones sexuales, incluso problemas durante el parto, por lo que si tienes dolor de espalda y, además, incontinencia urinaria, es muy posible que el origen de ambos problemas sea que el tono de tu musculatura pélvica esté débil.
Si has asistido con un especialista para valorar tu dolor de espalda, recuerda informarle que tienes incontinencia para que pueda tomarlo en cuenta y pueda descartar o confirmar si el origen de ambos problemas está en el suelo pélvico.
La incontinencia urinaria o fecal causada por una hernia discal puede indicar la presencia de un síndrome de la cola de caballo, que es una condición grave que requiere tratamiento urgente para prevenir posibles secuelas. La hernia discal puede comprimir las conexiones entre la médula espinal y la vejiga, provocando diferentes tipos de incontinencia.
La hernia de disco ocurre cuando parte del núcleo gelatinoso del disco intervertebral se sale a través de un agrietamiento en el anillo que lo rodea, lo que puede causar dolor lumbar y, si es voluminosa, comprimir una raíz nerviosa y provocar dolor en la extremidad inferior. Los síntomas graves de una hernia discal incluyen dolor ciático o cruralgia, debilidad o parálisis muscular y una serie de problemas de control de esfínteres como la incontinencia urinaria o fecal, lo que se conoce como síndrome de la cola de caballo. Estos síntomas constituyen una urgencia quirúrgica.