21 de febrero de 2022
La preocupación sobre el olor es de las más habituales. Sabemos que la incontinencia es una condición en la que existen derrames de orina involuntarios y, por lo general, la orina huele.
De forma muy general podemos decir que se debe a que tiene una gran concentración de toxinas, por lo que una orina muy olorosa está relacionada a un nivel alto de residuos y poca agua. Existen otros factores que hacen que la orina esté más concentrada tanto en olor como en color, y algunos son: infecciones en las vías urinarias, deshidratación o trastornos metabólicos, pero eso debe determinarlo un médico.
Una de las formas de evitar o disminuir el olor intenso de la orina es tomando agua y manteniéndote hidratado. La ingesta de agua puede causarte algunas dudas en el momento en el que se te diagnostique incontinencia, pero la hidratación en tu cuerpo es algo que por ningún motivo debes sacrificar al tener este síntoma.
El olor y el color de la orina pueden variar debido a una variedad de factores, que van desde la dieta y la hidratación hasta condiciones médicas subyacentes. Aquí hay algunas causas comunes de los diferentes olores y colores de la orina:
Deshidratación: Cuando no se bebe suficiente agua, la orina puede volverse más concentrada y de color amarillo oscuro. Además, la deshidratación puede darle a la orina un olor más fuerte y desagradable.
Alimentación: Los alimentos que consumes pueden influir en el olor de tu orina. Por ejemplo, el consumo de espárragos, café o ajo puede provocar olores específicos en la orina.
Medicamentos: Algunos medicamentos pueden cambiar el olor y el color de la orina. Por ejemplo, la penicilina puede darle a la orina un olor más fuerte durante el tratamiento.
Enfermedades subyacentes: Varias condiciones médicas pueden afectar el olor y el color de la orina. Por ejemplo, la diabetes puede causar un olor dulce en la orina debido a la presencia de glucosa. Las infecciones del tracto urinario también pueden cambiar el olor y el color de la orina.
Bacteriuria asintomática: Algunas personas pueden tener bacterias en la orina que no causan síntomas, pero pueden contribuir al mal olor. Esto es más común en personas mayores, mujeres y aquellos con condiciones médicas específicas.
Consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede darle a la orina un olor similar al alcohol.
Trimetilaminuria: Esta es una condición genética rara en la que el cuerpo no puede descomponer ciertas sustancias químicas, lo que lleva a un olor a pescado en la orina, el sudor y otros fluidos corporales.
Una buena higiene íntima también ayuda a reducir el olor. El uso de toallitas húmedas cada que vas al baño asegurará una zona mucho más limpia que si solo usaras papel higiénico.
Además de mantener una buena higiene íntima para prevenir olores y problemas de salud, aquí hay algunas recomendaciones adicionales:
Usa ropa interior de algodón: Opta por prendas interiores de algodón, ya que permiten que la piel respire y absorben la humedad, lo que ayuda a prevenir infecciones y molestias.
Evita ropa ajustada: La ropa ajustada puede atrapar la humedad y el calor, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones. Opta por prendas holgadas y transpirables siempre que sea posible.
Cambia la ropa húmeda o sudada: Siempre cámbiate de ropa interior y de trajes de baño mojados lo antes posible, ya que la humedad puede aumentar el crecimiento de bacterias y hongos.
Evita duchas vaginales: Las duchas vaginales pueden alterar el equilibrio natural de la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones. Limita la limpieza a la parte externa de la vulva con agua tibia y un limpiador suave.
Seca bien después de bañarte: Después de bañarte, asegúrate de secar bien el área genital con una toalla suave y limpia. La humedad puede contribuir al crecimiento de bacterias y hongos.
Cambia de toallas con regularidad: Usa toallas limpias y secas para limpiar el área genital y cámbialas con regularidad para evitar la acumulación de bacterias.
Evita el uso de productos perfumados: Los productos perfumados como jabones, aerosoles y talcos pueden irritar la piel delicada del área genital y alterar el equilibrio del pH. Opta por productos sin fragancia o específicamente diseñados para la higiene íntima.
Lava tus manos antes y después del cuidado íntimo: Lavarse las manos antes y después de manipular el área genital ayuda a prevenir la propagación de bacterias y reduce el riesgo de infecciones.
¡Y no olvides los productos que uses diariamente! Asegúrate de que tengan un buen nivel de absorción para que por ningún motivo pase el derrame a tu ropa. Recuerda que los productos TENA tienen la capacidad de neutralizar olores, brindándote la comodidad y seguridad que necesitas.