24 de septiembre de 2024
La incontinencia por rebosamiento es una condición que afecta a más personas de las que crees. Si bien no siempre se habla abiertamente de la incontinencia, es importante entender que es mucho más común de lo que pensamos, además, existen soluciones y tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida de quienes viven con este síntoma.
La incontinencia por rebosamiento es un tipo de incontinencia urinaria caracterizada por la incapacidad de vaciar completamente la vejiga, lo que provoca que el exceso de orina se escape de forma involuntaria.
Este tipo de incontinencia se produce cuando la vejiga está demasiado llena, lo que causa una fuga de pequeñas cantidades de orina -goteos leves o moderados- de manera continua o intermitente.
A diferencia de otros tipos de incontinencia, como la de esfuerzo o la de urgencia, en la incontinencia por rebosamiento, la persona puede no sentir una necesidad urgente de orinar, pero aún así experimenta pérdidas debido al desbordamiento de la vejiga.
Las causas principales de la incontinencia por rebosamiento pueden dividirse en dos categorías: problemas con el vaciado de la vejiga y obstrucciones que impiden el flujo normal de la orina.
Una de las causas más comunes de incontinencia por rebosamiento es la obstrucción en la uretra, el tubo que lleva la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo. Esta obstrucción puede deberse a varias condiciones:
Hiperplasia prostática benigna (HPB): En los hombres, el agrandamiento de la próstata puede comprimir la uretra, dificultando la salida normal de la orina.
Cálculos urinarios: Las piedras en la vejiga o en el tracto urinario pueden bloquear la uretra, causando una acumulación de orina en la vejiga.
Estenosis uretral: El estrechamiento de la uretra debido a cicatrices, infecciones o lesiones también puede generar obstrucciones.
Otro factor que puede contribuir a la incontinencia por rebosamiento es la inactividad o falla de los músculos de la vejiga. Cuando estos músculos no funcionan correctamente, la vejiga no puede contraerse lo suficiente como para expulsar toda la orina. Algunas de las causas que pueden llevar a esta disfunción incluyen:
Daño nervioso: Las enfermedades que afectan el sistema nervioso, como la diabetes, la esclerosis múltiple o las lesiones en la médula espinal, pueden dañar los nervios que controlan la vejiga, reduciendo su capacidad para vaciarse adecuadamente.
Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antidepresivos o los que se utilizan para tratar la hipertensión, pueden interferir con la función de la vejiga y provocar problemas de vaciado.
Debilidad muscular: Con la edad o debido a condiciones médicas específicas, los músculos de la vejiga y el suelo pélvico pueden perder tono, lo que puede dificultar el vaciado completo de la vejiga.
Los síntomas de la incontinencia por rebosamiento pueden ser sutiles al principio, pero suelen empeorar con el tiempo. Los más comunes incluyen:
Goteo constante de orina: Incluso después de orinar, la persona puede experimentar pequeñas pérdidas de orina durante el día.
Sensación de vaciado incompleto: Después de orinar, puede haber la sensación de que la vejiga no se vació completamente.
Necesidad de orinar frecuentemente: Debido a que la vejiga nunca se vacía del todo, la persona puede sentir la necesidad de ir al baño con más frecuencia.
Dificultad para comenzar a orinar: Algunas personas pueden tener problemas para iniciar el flujo de orina o notar que el flujo es débil.
Infecciones urinarias recurrentes: La orina que queda en la vejiga puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario.
La incontinencia por rebosamiento puede clasificarse según la causa subyacente:
Incontinencia por obstrucción: Provocada por un bloqueo en la uretra, como el agrandamiento de la próstata o un cálculo renal.
Incontinencia neurogénica: Causada por problemas en los nervios que controlan la vejiga, como en el caso de la diabetes o lesiones nerviosas.
Incontinencia funcional: Asociada con condiciones físicas que impiden el vaciado adecuado de la vejiga, como la debilidad muscular o ciertos medicamentos.
Afortunadamente, hay varias opciones de tratamiento para la incontinencia por rebosamiento, que dependen de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas.
En algunos casos, especialmente cuando la vejiga no puede vaciarse sola, puede ser necesario el uso de una sonda o catéter. Este dispositivo se inserta en la uretra para drenar la orina de la vejiga. Hay diferentes tipos de catéteres, y algunos pueden ser temporales, mientras que otros se usan a largo plazo.
Si la causa de la incontinencia es una obstrucción en la uretra, como un agrandamiento de la próstata o cálculos urinarios, la cirugía puede ser una opción. La intervención quirúrgica puede eliminar el bloqueo, permitiendo que la orina fluya normalmente.
Además de los tratamientos médicos, hay varios cambios en los hábitos diarios que pueden ayudar a controlar la incontinencia por rebosamiento:
Cuida tus hábitos de hidratación: Evita consumir grandes cantidades de líquidos de una sola vez y reduce el consumo de cafeína y alcohol, que pueden irritar la vejiga.
Orina regularmente: Establece un horario regular para ir al baño y trata de vaciar completamente la vejiga cada vez que lo hagas.
Uno de los consejos más importantes es intentar vaciar la vejiga por completo cada vez que se orina. Esto puede implicar tomarse el tiempo necesario en el baño y hacer una pequeña pausa para asegurarse de que toda la orina ha sido expulsada.
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