20 DE MARZO DE 2021
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que puede dañar diferentes órganos, el aparato urinario es uno de los más afectados. La vejiga es un órgano muscular que realiza la misma actividad varias veces al día, al llenarse y al vaciarse, es controlado de manera voluntaria.
Esto puede ser un impedimento para los pacientes con esclerosis múltiple, porque no pueden controlar de manera voluntaria su sistema nervioso y puede terminar provocando escapes involuntarios de orina. Quienes tienen este padecimiento, no pueden impedir que su vejiga se contraiga provocando el deseo de orinar, este síntoma se conoce como “urgencia miccional”, generando goteos involuntarios de orina.
El sistema nervioso autónomo (que se segmenta en sistema nervioso simpático y parasimpático) tiene la responsabilidad de inervar los órganos involucrados en la micción. La existencia de daños en el cerebro y la médula espinal puede provocar problemas en el almacenamiento de la orina, promoviendo la hiperactividad del músculo detrusor de la vejiga, lo que se refleja en urgencia urinaria, incontinencia o aumento de la frecuencia de micción.
Estos son algunos de los problemas que están relacionados con la micción:
A pesar de todos estos problemas, hay diferentes medidas que pueden ayudar a evitarlos:
Es común que durante la evolución de la esclerosis múltiple en el organismo aparezcan estos síntomas urinarios que pueden ser más que molestos o que incluso, puede generar cambios en la rutina de la vida diaria de quienes pueden padecerlo.
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La esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurológica compleja, puede afectar no solo el sistema urinario, sino también el funcionamiento intestinal. Las personas con EM pueden experimentar diversos trastornos intestinales que pueden impactar significativamente su calidad de vida y bienestar.
Estreñimiento: Es común que las personas con EM experimenten estreñimiento debido a la desaceleración de los movimientos intestinales y la pérdida de los reflejos fisiológicos que los estimulan.
Incontinencia fecal: La incontinencia fecal, la pérdida involuntaria de heces, también puede ocurrir en personas con EM y puede ser especialmente difícil de manejar.
Entrenamiento del suelo pélvico: este es uno de los primeros pasos en la terapia para la recuperación de las funciones de la vejiga. La actividad más común y efectiva durante este entrenamiento son los ejercicios de Kegel que ayudan a fortalecer el suelo pélvico.
Dieta rica en fibra: Consumir una dieta rica en fibra puede ayudar a aliviar el estreñimiento al promover movimientos intestinales regulares.
Ejercicio físico moderado: El ejercicio regular puede ayudar a estimular los movimientos intestinales y aliviar el estreñimiento.
Hidratación adecuada: Beber suficiente líquido y consumir frutas que te hidraten es fundamental para mantener la salud intestinal y prevenir el estreñimiento.
Consulta médica: En casos graves de estreñimiento, es importante buscar orientación médica para determinar el tratamiento adecuado, que puede incluir el uso de laxantes o enemas.
Manejo de la incontinencia fecal: Para aquellos que experimentan incontinencia fecal, pueden considerarse estrategias como el vaciado intestinal periódico de manera preventiva o el uso de obturadores anales.