4 DE SEPTIEMBRE DE 2020
El prolapso genital usualmente se suele confundir con la incontinencia urinaria, debido a que pueden llegar a tener síntomas parecidos. Sin embargo, a diferencia de la incontinencia, que suele ocurrir en las personas sin importar su sexo, el prolapso se desarrolla exclusivamente en las mujeres.
El prolapso genital es una condición que afecta a las mujeres, ya que sucede cuando los músculos y ligamentos que sostienen los órganos pélvicos se debilitan, permitiendo que estos se desplacen hacia abajo y presionen contra la pared vaginal, algunos de ellos son, el útero, la vejiga o el recto.
Esta afección, en su forma leve no tiene síntomas, sin embargo, en algunos casos puede provocar que el útero se deslice o sobresalga de la vagina.
Esta enfermedad puede afectar a cualquier tipo de mujer, pero en aquellas mujeres que han tenido partos naturales en una o más ocasiones, es más probable que se dé. Por lo regular no requiere un tratamiento, pero si es muy molesto, incómodo o afecta la vida cotidiana, se puede tratar.
El prolapso genital y la incontinencia femenina son afecciones que pueden confundirse debido a las sensaciones o síntomas que se presentan, por ejemplo, la sensación de que algo cae por la vagina. Si bien es cierto que las mujeres que padecen prolapso pueden experimentar incontinencia, las causas de estas dos enfermedades son diferentes.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, es decir, la incapacidad de contener la orina en el cuerpo, ya sea en pequeñas o grandes cantidades, y puede presentarse debido a la edad o pérdida de fuerza en el piso pélvico. Mientras que el prolapso afecta directamente los ligamentos y músculos que sostienen los órganos pélvicos.
Generalmente, el prolapso no presenta síntomas ni afecta la vida cotidiana, sin embargo, de acuerdo con la gravedad, en ocasiones puede llegar a producir algunos como:
Hay algunas otras causas que provocan este padecimiento, y que hacen que el suelo pélvico se debilite, por ejemplo:
Para prevenirlo hay que realizar ejercicios de Kegel, evitar el estreñimiento, tomando fibra y agua, intentar siempre levantar objetos cuidadosamente y evitar el aumento de peso. Hay que recordar que si tienes algunos de los síntomas mencionados, incluyendo la incontinencia es necesario acudir a tu doctor para tener un diagnóstico certero.